martes, 26 de noviembre de 2019

Los textos académicos para el curso APA


Los textos académicos

Los textos académicos son elaboraciones intelectuales que abordan un tema particular o profundizan en él, y lo hacen de una manera formal. El ámbito donde se emplean los textos académicos es la academia, es decir, aquellos espacios donde se adquiere y difunde conocimiento formal sobre determinada disciplina. Es durante los procesos de enseñanza y aprendizaje que se elaboran los textos académicos. Ello se hace con el objetivo de comunicar, difundir e intercambiar conocimiento, así como discutir acerca de este. Los autores de este tipo de textos suelen ser estudiantes, profesores e investigadores.
Características
Si hay algo que caracteriza a un texto académico es que este es el resultado de la realización de un trabajo intelectual llevado a cabo sistemáticamente. Para su creación, no bastará con las ideas que nosotros podamos tener acerca del tema sobre el cual queremos escribir, sino que necesariamente tendremos que consultar diversas fuentes . Producto de la consulta de dichas fuentes , las cuales deben ser confiables y académicas, es muy probable que tengamos que presentar opiniones de los distintos autores a los que hayamos leído. Ahora bien, nuestro trabajo no consistirá únicamente en la presentación de dichas opiniones, sino que tendremos que sustentarlas de la manera más razonable y rigurosa posible.
Es así que para la creación de este tipo de textos necesitaremos, además de contar con información para el desarrollo de nuestro tema, poner en prácticas ciertas habilidades discursivas tales como la síntesis, el análisis, la evaluación y, especialmente, la argumentación. A continuación, sintetizamos las características que debe reunir todo texto académico.

Ya que hemos señalado que un texto académico debe ser argumentativo, vamos a detenernos en esta parte del curso a estudiar los argumentos.
¿En qué consiste la argumentación? La argumentación consiste en defender una idea, tesis o conclusión basándonos en ciertas razones o también llamadas premisas.

Es importante destacar que, dependiendo del tipo de texto académico que estemos elaborando, haremos uso en nuestra redacción de citas textuales, citas directas y citas indirectas, así como de notas a pie de página. Y una parte importante que en muchas ocasiones tendremos que incluir es una bibliografía en la cual registraremos todas las fuentes empleadas en la redacción de nuestro texto.

Estructura 

En líneas generales, los textos académicos suelen compartir la misma estructura, con algunas diferencias según la tipología a la que correspondan y sobre la cual trataremos en el siguiente acápite. A continuación, presentamos las partes que conforman la estructura de un texto académico y el orden en el cual se presentan.
 Introducción

En la introducción, el autor presenta el tema sobre el cual va a tratar, hace su declaración de intenciones, etcétera. Es a partir de esta primera parte del documento que el lector se forma una idea del texto que tiene en las manos y puede decidir si le interesa o no, si debe leerlo o no, si debe leerlo completo o no. Por lo general, esta parte es la última que se redacta, pues en ella decimos sobre qué vamos a hablar. Por tanto, para hacerlo correctamente, será necesario que tengamos nuestro texto terminado.
 Cuerpo
 En el cuerpo, el autor desarrolla propiamente el tema; para este desarrollo, se vale de la información que ha obtenido de las distintas fuentes que ha consultado. No solo expone lo hallado en las fuentes, sino que trabaja esa información, ya sea comparando posturas de distintos autores, mostrando sus propias opiniones, etcétera. Es aquí donde el lector podrá encontrar el desarrollo del núcleo argumental de la exposición.
 Cierre
 En el cierre, el autor presenta las conclusiones a las que ha arribado en su trabajo. Asimismo, puede presentar recomendaciones, sugerencias, etcétera. En esta parte, se dejan sentados los resultados de los análisis que se hayan hecho y es donde se consignan los conocimientos nuevos a los que se haya podido llegar en la investigación realizada. Ya que esta parte representa, en alguna medida, un balance de la investigación, podrían también dejarse abiertos nuevos temas que desarrollar en un futuro.

Tipología

Los textos académicos pueden tener objetivos diferentes, pueden presentar características particulares, así como pueden necesitar extensiones diferentes para exponer y desarrollar las ideas que se quieren transmitir. Es en vista de esto que existen diferentes tipos de textos académicos y cada uno cumple funciones también distintas. Se consideran textos académicos a los siguientes documentos:

‒   El resumen
‒   El informe
‒   La reseña
‒   El ensayo
‒   La monografía
‒   La tesis
‒   El libro
El informe 
El informe es un documento que pertenece a los textos de tipo expositivo o informativo. En él, se expone algún aspecto de la realidad de la manera más objetiva y veraz posible. Podemos elaborar un informe sobre algún evento o sobre algún proceso que hayamos observado, así como sobre alguna lectura que hayamos realizado.
El informe suele presentar la siguiente estructura: introducción, cuerpo y cierre. En la introducción, se consigna el tema sobre el cual versa el informe, así como el objetivo u objetivos que este tiene. La introducción puede estar compuesta por un único párrafo. En el cuerpo, se hace un análisis objetivo de los hechos, procesos, datos o ideas importantes que hayamos recogido de nuestra observación de algún hecho o de la lectura que hayamos realizado. Y, finalmente, en el cierre, quien elabora el informe, presenta comentarios, críticas, sugerencias, recomendaciones o alternativas de solución, partes que si bien son de carácter personal deben estar debidamente justificadas. Es decir, el cierre del informe no debe reducirse a hacer únicamente una síntesis de lo expuesto.

Las siguientes pautas nos permitirán escribir un buen informe:

‒   Contemos con un registro de datos de lo observado, ya que la redacción del informe se basará en dichos datos. Este registro puede hacerse mediante fichas.

‒   Los datos que registremos deberán considerar aspectos particulares de lo observado; no hagamos anotaciones generales sobre este.

‒   Elaboremos un esquema de redacción antes de redactar el informe. 

‒   Indiquemos en el esquema de redacción, de la manera más precisa posible, cuál es el objetivo del informe y qué idea o ideas centrales expondremos en él.

La reseña 
La reseña es un documento crítico; en ella evaluamos y juzgamos la información que recogemos de otras fuentes tales como libros, artículos de revistas, enciclopedias, entrevistas, películas, videos, conferencias, etcétera.
Existen diferentes tipos de críticas. Por ejemplo, podemos hacer una crítica de una obra literaria o un docente puede hacer una crítica del trabajo que un alumno le presenta. Los criterios para realizar cada una de estas críticas serán, definitivamente, distintos. En el primer caso, seguramente nos centraremos en el argumento de la obra, en su originalidad, en el estilo y la forma literaria que presenta, etcétera. En cambio, en el segundo caso, seguramente nos centraremos en qué tanto dominio del tema tiene el alumno, si expone sus ideas con claridad y precisión, si realiza un adecuado trabajo de argumentación, etcétera.
¿Qué caracteriza a una reseña? Al ser la reseña un texto crítico que implica evaluación, incluirá partes informativas así como partes argumentativas. Las partes informativas presentarán la información sobre la cual se emitirá la crítica; las partes argumentativas presentarán los argumentos con los que sustentarán y justificarán los comentarios, opiniones y críticas que expresemos en la reseña.
Existen diversos tipos de reseñas. Tenemos, por ejemplo, que se hacen reseñas de películas, reseñas de libros, mediante las cuales cuestionamos la información depositada en estos materiales; este tipo de reseñas sirven para recomendar o no su consulta. En nuestro curso, nos centraremos en la reseña académica. 
Mediante la reseña académica criticamos otro texto; y el objetivo de esta crítica es cuestionar la validez de dicha fuente de información. La elaboración de una reseña de este tipo nos permite aproximarnos a la fuente de información como lectores activos y críticos que cuestionan la validez y el valor que puedan tener las fuentes de información que se consulten.

Toda reseña académica debe incluir los siguientes datos:

‒   Referencia bibliográfica: la reseña debe incluir la referencia bibliográfica completa de la obra reseñada.
‒   Presentación del autor del texto que se reseña: quién es, de qué especialidad proviene, a qué se dedica en la actualidad. Esta información puede resultarnos útil para determinar el valor de autoridad de la obra.
‒   Presentación del contexto de la obra: en esta parte, se informa a qué género pertenece la obra o dentro de qué disciplina se encuentra, si la obra fue escrita en el marco de un proyecto de investigación, con qué finalidad se hizo.
‒   Objetivo e hipótesis de la obra reseñada: si bien los textos no siempre presentan una hipótesis, sí que presentan algún objetivo. Si la obra reseñada presenta hipótesis y objetivos, en la reseña, se deben señalar ambos.
‒   Resumen de los contenidos: la reseña debe presentar una síntesis de las ideas más importantes que desarrolla la obra reseñada; es decir, las ideas vienen a ser las afirmaciones, los datos, las opiniones y los argumentos que aparecen en la obra. La presentación de estos contenidos pueden hacerse solo informando sobre ellos o, además de su presentación, se pueden hacer críticas, comentarios y evaluaciones de ellos.
‒   Comentarios críticos: mediante la crítica, la reseña evalúa qué puntos positivos o negativos tiene la fuente reseñada; asimismo, evalúa la utilidad que esta puede tener, la validez de sus argumentos, la pertinencia de las fuentes que se han empleado, la claridad de sus contenidos, la verdad de sus afirmaciones, la objetividad o subjetividad con que se abordan los temas, etcétera. La crítica consiste, entonces, en una opinión debidamente fundamentada.
El orden en el que deben aparecer estos datos puede variar, el que proponemos es el que se suele seguir. Si decidimos variar el orden de aparición de estos datos, hagámoslo pero vigilemos que la información guarde un orden interno. 

El ensayo 

El ensayo es un texto en el que su autor presenta un comentario personal o libre. En este tipo de texto, se defiende una tesis personal, y la defensa de esta tesis personal se hace mediante un trabajo de argumentación.
En el ensayo, se encuentran presentes las siguientes características:


    ‒   Suele ser de poca extensión, aunque esto es relativo. Hay ensayos de una página o menos, de cinco o de veinte páginas a más.
‒   Su estructura es libre, en el sentido de que no tiene contenidos predefinidos, como los de una monografía o una tesis, por ejemplo. Pero sí es cierto que, como todo texto bien estructurado, un ensayo debe tener una parte introductoria, un cuerpo y un cierre.
‒   Los temas que se pueden abordar en un ensayo son diversos. Así, hay ensayos sobre literatura, sobre temas periodísticos, científicos, políticos, etcétera.
‒   El estilo con que se escribe un ensayo es formal. Esto significa que la expresión debe ser cuidadosa.
‒   El tono puede ser irónico, satírico, poético, didáctico, etcétera. Ello dependerá de los propósitos con los cuales se escribe un ensayo y de la intención comunicativa del autor.
‒   Lo usual es que el tema o la problemática no se agote en el ensayo, pues su pretensión no es el rigor científico demostrativo. Por ello, suele haber ensayos que terminan con interrogantes nuevas que surgieron a partir de los argumentos expuestos.
‒   Al ser el ensayo un medio de expresión con una estructura libre, la exposición debe ser, en lo posible, amena, y esta amenidad debe prevalecer sobre el rigor sistemático que podría caracterizar a una tesis o una monografía.

 La monografía La monografía es un género que con mucha frecuencia se solicita en ámbitos educativos y, en el nivel universitario, suele ser el primer intento de escribir un artículo científico. En general, el término monografía se usa para referir al producto de una investigación bibliográfica y no de campo; esto, sin embargo, no es una restricción del género ya que “monografía” significa literalmente “escribir sobre un tema”. Una monografía bien hecha puede convertirse en un trabajo de investigación mayor. De hecho, muchas tesinas y otros géneros que trataremos a continuación pueden ser monográficos en cuanto a su contenido. En la monografía importa el tema o el problema más que la cantidad de páginas. En general, se prefiere sacrificar la extensión en beneficio de la profundidad. Con respecto a aspectos de forma, importa la presentación, la prolijidad, pero no más que la estructura y la calidad de las cosas que se dicen. La monografía se caracteriza por ser un escrito claramente organizado. Es necesario tener un objetivo central, una hipótesis, una idea y evitar la dispersión, esto es, evitar escribir sobre varios temas sin ser concluyente en ninguno, o irse por las ramas sin profundizar. Una monografía no es un ensayo, no es una opinión, sino que requiere pruebas, fundamentos experimentales y estadísticos, o recurrir a fuentes bibliográficas donde conste lo sostenido. Todo lo que se afirma debe estar debidamente respaldado, pero debe evitarse caer en el exceso de citas, algunas de las cuales son innecesarias o poco relevantes (veremos el manejo de citas en el módulo 4). También desvirtúa a una monografía la ausencia de objetivos, la simple copia o paráfrasis de un autor, su resumen, que nada agrega a lo ya conocido. No es bueno elegir temas abstractos que invitan a divagar, hay que ver la dificultad y medirla con la propia capacidad. Conviene marcar límites para reducir el campo de estudio, es importante que el tema sea sencillo y no esté ligado a otro tema que lo complique y confunda. Es bueno que sea pequeño en extensión, dejemos los temas más amplios para la tesis o para un trabajo de investigación mayor. La originalidad no se reduce a la moda, sino más bien a lo que vincula un nuevo enfoque con un tema básico o una nueva manera de resolver un problema. No es indispensable que el tema sea original sino que realice algún aporte a lo ya conocido. Antes de decidirse a escribir conviene preguntarse: ¿Me interesa el tema como para dedicarle al menos un tiempo de estudio? ¿Por qué es importante el tema? ¿Cómo se relaciona con esta asignatura? ¿Está a mi altura? ¿Dónde puedo conseguir información sobre él? ¿Qué fuentes son mejores que otras? ¿Contaré con buena supervisión, con un especialista que me guíe? ¿Podré terminar el trabajo a tiempo? ¿He revisado la literatura?
El artículo científico y el paper
 El artículo científico, muchas veces llamado paper, en palabras de Swales (1990) es una “reconstrucción” de un trabajo de investigación que se ha llevado a cabo. Sabino (1996, p.20) lo define como “un trabajo relativamente breve (…) que se destina a la publicación en revistas especializadas.” En algunas revistas, se les llama artículos originales. Las características de contenido y de forma de estos escritos son generalmente definidas por los consejos directivos o comités de revistas científicas y pueden variar de una revista a la otra. Se trata de un escrito relativamente breve, suelen limitar la extensión a unas 5.000 palabras o alrededor de siete páginas. En general, se incluye introducción, (a veces también objetivos como una sección independiente), materiales y métodos, resultados, discusión (resultados y discusión pueden combinarse en una sección), conclusiones y referencias bibliográficas. Veremos cada parte detenidamente en el próximo módulo.

El resumen y el abstract
 El resumen es una de las partes más importantes del artículo científico y en ocasiones se solicita también en monografías. Es una parte del trabajo pero también es un género que circula independientemente y que los investigadores usarán para decidir si desean leer el artículo completo. Muchas veces el resumen es lo único que se publica, tal es el caso de las revistas de resúmenes que se preparan en eventos de tipo científico o de revistas que publican el resumen pero venden el artículo científico. Cuando alguien se inscribe para presentar un trabajo en un evento científico, se suele solicitar resumen como primer paso en la evaluación del trabajo que se desea presentar, para decidir si es o no aceptable o adecuado para el evento en cuestión. Cuando se publica la versión en español acompañada de la traducción al inglés, se reserva el término resumen para el texto en español y abstract para la versión en inglés. En ocasiones se utilizan como sinónimos. El resumen sintetiza el propósito del trabajo (Introducción), los métodos y procedimientos (Materiales y Métodos), los resultados más importantes (Resultados) y las conclusiones principales (Discusión). En este sentido, se parece a un artículo científico abreviado. En el resumen se incluyen los propósitos del estudio o investigación, procedimientos básicos (selección de unidades de análisis, métodos e instrumentos de recolección y procesamiento de datos), hallazgos más importantes y conclusiones principales. Deben destacarse las observaciones y aspectos más novedosos y relevantes del estudio. Un resumen puede ser informativo, si comunica los resultados y las conclusiones principales de la investigación, o descriptivo, si menciona el tema del artículo pero no incluye resultados ni conclusiones.
 La tesina y la tesis
Los términos tesina y tesis se utilizan con frecuencia como equivalentes para designar trabajos que van desde una simple monografía hasta una investigación de gran envergadura. Sin embargo, existen diferencias en el significado de cada uno de estos términos que es valioso conocer para utilizarlos adecuadamente. Tesis, literalmente, refiere a una proposición que puede ser sostenida o demostrada mediante pruebas y razonamientos. Se trata de un trabajo serio, que sirve de conclusión a varios años de estudio y que por lo general se presenta ante una universidad para obtener el título de doctor, demostrando que se domina la materia de estudio, que se es capaz de aportar conocimientos nuevos y sólidos; y que se lo puede hacer en forma autónoma: la tesis demuestra la suficiencia investigativa. Se trata de trabajos relativamente extensos, rigurosos en su forma y contenido, originales y creativos.
 La tesis tiene la estructura del artículo científico, aunque la revisión bibliográfica es tan extensa que suele constituir un capítulo aparte. La tesina, en cambio, refiere a un trabajo de menor extensión que se presenta para su correspondiente evaluación académica, ya sea para la aprobación de una asignatura o para la obtención del título de grado, como una licenciatura y algunos postítulos. El objetivo de este tipo de trabajo es similar al de la monografía: evaluar el conocimiento del estudiante y sus habilidades metodológicas respecto a determinado tema o asignatura. En este caso, las características de la tesina dependen del docente o consejo académico de la institución. En estos trabajos por lo general se atenúa la exigencia de originalidad, el rigor metodológico y la profundidad del trabajo. La tesis y la tesina son escritos de circulación reducida, que generalmente se realiza en el ámbito de la institución en que se originan, aunque cuenten con una defensa oral pública. A partir de una tesina o una tesis, suelen redactarse uno o varios artículos científicos para ser publicados en revistas o presentados en congresos u otros eventos científicos.
Palabras claves

 Las palabras claves son una lista de términos relacionados con el contenido del trabajo. La cantidad depende de los requerimientos de quienes publicarán el escrito, pero generalmente son entre 3 y 5. Estas palabras son usadas por los servicios bibliográficos para clasificar el trabajo por tema. Es necesario escoger estos términos cuidadosamente para que el trabajo se clasifique correctamente y llegue a más investigadores. Si la revista no publica palabras claves, los servicios bibliográficos las extraerán del título o del resumen. Las palabras claves se escriben también en inglés porque las recopilaciones bibliográficas más importantes se publican en ese idioma. Las palabras claves son sustantivos o frases nominales, no deben utilizarse verbos. Algunas revistas exigen que los términos seleccionados como palabras claves se tomen de listas especializadas preestablecidas, como por ejemplo Descriptores en Ciencias de la Salud, Tesauro de la UNESCO o Tesauro Europeo de la Educación.

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